TEATRO DE LAS TABLAS
Celebrar un año de vida siempre es motivo de gozo, pues nos recuerda que el camino sigue y que tuvimos la fortuna de haberlo nutrido con nuevas experiencias; por ello cuando un teatro cumple un nuevo ciclo del calendario, el festejo no es menor, incluso cuando las circunstancias y contexto no sean el marco “festivo” más adecuado.

Escrito por: Ramón Verdugo
Este 2024 celebramos en Tijuana, Baja California a Teatro Las Tablas, un espacio que llega a dos décadas de vida transitando un camino que, como muchos espacios autogestivos de México, ha estado lleno de pasión e historias memorables que alimentan el fuego que les permite estar en resistencia.
Y es que la lucha de un teatro independiente es también la batalla de una comunidad que se reúne para mantener un espacio que, más allá de su sobrevivencia operativa, defiende ser un punto de encuentro para pensarnos, proponer ideas sobre el mundo que vivimos, crear memorias y, sobre todo, potenciar la diversidad y la experiencia artística que construyen ese refugio humano y temporal entre personas desconocidas que deciden pasar juntas unos minutos de su vida.
Fundado y construido por el artista escénico Jesús Quintero, el teatro abrió sus puertas en 2004 para albergar, desde entonces, producciones de formato íntimo para 30 a 40 espectadores, cuya línea de programación contempla principalmente el teatro para público adulto y jóvenes audiencias.
Ubicado muy cerca de la Zona Centro, ha sido sede de la compañía Tijuana Hace Teatro desde su fundación en 2007 y ha gestado todas sus puestas en escena, junto a las de otros colectivos, nutriendo su cartelera con temporadas teatrales y de otras disciplinas como la danza, conciertos de guitarra clásica, canto operístico y cabaret; sumando actividades de formación de audiencias y divulgación del quehacer escénico, como la Escuela Binacional de Espectadores THT, el Festival de Teatro Íntimo (FeTI), la Biblioteca THT, entre otros.

Por ello, dedicar unas líneas a este camino es sumarse a la celebración de todos los teatros independientes del país que, día a día, sortean obstáculos para seguir en pie y para dedicar su energía creativa a la creación de experiencias que permitan a las y los espectadores sentirse como en casa y ser -recordando las palabras recientes de uno de ellos- “ese lugar que te da ese abrazo que a veces necesitas”.
Así, aunque el tango de Gardel cite “que 20 años no es nada”, para quienes hemos construido memorias en esos espacios lo es todo, y por eso celebramos, por eso luchamos y por eso seguimos unidos con otros foros del país en la Asociación Nacional de Teatros Independientes (ANTI) para seguir trabajando de la mano desde la trinchera artística, para seguir construyendo juntos esos espacios significativos que se alimentan del trabajo y ¿la utopía? para avanzar y darle sentido al horizonte artístico que caminamos.