Reescribir un guión es una tarea a tientas: Beatriz Novaro

El martes 14, se presentó Reescribir el guión cinematográfico, editado por Paso de Gato

El guión es un género suicida, complejo, misterioso, asegura Beatriz Novaro (13 de junio 1953, CDMX), destacada guionista mexicana  de cine, quien presenta este martes 14 de enero su libro Reescribir el guión cinematográfico, que dentro de su Colección de Artes Cinematográficas, publica Paso de Gato junto a Producciones Escénicas y la Facultad de Cine.

Acompañarán a la autora en la presentación de Reescribir el guión cinematográfico, el escritor Flavio González Mello, el director Emilio Portes, el actor y editor José Sefami e Izrael Moreno, rector de la Facultad de Cine.   

El mejor guión es el que no se nota, el que entra como un guante, el que es invisible en la pantalla, escribe la también maestra. Es un género al que le pedimos que sea capaz de autodestruirse, de extinguirse y, sin embargo, que permee el conjunto con su espíritu. Por eso es tan difícil saber si un guión es bueno antes de que muestre su poder o su ineficiencia en el cine.  Es por eso que reescribir un guión es una tarea a tientas, plantea.

El texto de Novaro, dramaturga y poeta, no es un manual. Traza una ruta de exploración para quien “reescribe”, pero sin dar lecciones sino más bien desde la gran destreza que la autora ha acumulado a lo largo de los años.

Escribir este libro fue una manera de poner mis ideas en claro después de varias experiencias, de perderme en la reescritura de algún guión, expone la guionista de Lola, dirigida por su hermana María Novaro, y ganadora de un Ariel en la categoría de Mejor Guión Cinematográfico en 1990.

Intento analizar cuál era el mejor camino para hacerlo en sus primeras versiones, agrega. Tratar de poner en claro que ese periodo entre la primera escritura, o la segunda y las siguientes, era un tiempo que había que destinar a pensar profundamente qué es lo que queremos decir, analizarlo y hacer una escritura pensada, reflexionando. No es fácil saberlo. Al intentar resolver eso, tenemos que analizarlo y otra vez pensar: qué queremos decir. 

Más que un manual quise que sea como un tiempo fuera para el escritor consigo mismo, de cara a la película que quiere hacer. Está dividido en diferentes capítulos donde se busca pensar qué es una historia, qué es un drama y qué es una película.

En este libro no hablo de la adaptación cinematográfica, ese es otro proyecto que tengo en mente. En este me interesa cuando uno inventa una nueva historia, que es muy distinto. En el caso de los guiones que son versiones originales, el proceso es más largo, tiene que pensarse la historia en sí misma y al mismo tiempo pensar cómo hacerla dramáticamente consistente para mantener la atención y el suspenso del espectador y se tiene que pensar en la imagen, en la cámara y los puntos de vista. Todo eso hace que escribir una historia original para cine tenga detalles muy específicos y complejos. 

Información y teoría no lo son todo

Es curioso cómo se puede pensar que la información o la teoría nos puede ayudar a escribir, afirma la también autora de los poemarios Caja de Resonancias (1983) y Desde una banca en el parque (1998). En realidad la teoría es como una inyección importante, pero tiene que pasar por el cuerpo: la mente, la vista, el oído, el estómago y corazón del escritor. De nada sirve acumular información. Ni los guionistas de antes ni los de ahora, se pueden apoyar meramente en los libros que hayan leído sobre teoría, es más importante hacerse preguntas personales sobre lo que uno está buscando en esa escritura, que los parámetros sean de Hollywood, de los griegos, de Ingmar Bergman, de la nueva cinematografía más contemporánea, de todas formas tienen que pasar por el proceso de redescubrimiento de uno mismo durante la escritura.  

La cita es este martes 14 de enero en punto de las 19:00 horas en el  Auditorio de la Facultad de Cine (Coahuila 184 colonia Roma Sur de la Ciudad de México). Entrada libre.