spot_imgspot_imgspot_imgspot_img

Porque así son las cosas del mar, una obra amorosamente psicológica

Date:

La obra de Verónica Musalem, los domingos en El Círculo Teatral

Ángeles Marín y Carlos Hendrick actúan en esta obra.

Verónica Musalem es una excelente autora, escritora, dramaturga, profesora y directora mexicana. Licenciada en Literatura Dramática y Teatro por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, también ha estudiado con Adel Hakim y en la Royal Court, en Londres, Inglaterra. Le gusta lo sencillo: evita el glamour de ubicar las acciones en otros países o de vestir a sus personajes con ropas extranjeras. No. Ella elige lo propio, lo cercano. Entre sus obras destacan Nueva York contra el Zapotito, Los maromeros, Los errantes, por citar algunas.

De Ángeles Marín se podría decir lo mismo. Han pasado muchos años desde aquel desnudo valiente en Los esclavos de Estambul, de Emilio Carballido, bajo la dirección de Ricardo Martínez Carnero. Sin olvidar La fiera del Ajusco, de Víctor Hugo Rascón Banda, en Santa Catarina, dirigida por Marta Luna. Más recientemente, participó en pastorelas que montó de forma gratuita para apoyar la reconstrucción del Círculo Teatral de Alberto Estrella, con dirección de Víctor Carpinteiro.

Ahora, Ángeles Marín y Carlos Hendrick nos seducen para que los veamos dialogar, argumentar, atraerse, rechazarse… en una construcción cercana a la playa, donde él es un sencillo mesero que ha recibido la orden de trabajar y no distraerse.

Ella despierta poco a poco; nos va envolviendo con sus palabras. Pregunta:
«¿Por qué las mujeres del mercado me dicen cosas tan horribles? Siempre me hacen burlas… A veces voy de incógnito.»
Reflexiona también sobre una virgen de la sierra de Oaxaca:
«Van a demoler el edificio… ¿a dónde voy a ir? Yo he estado aquí desde siempre.»

Los marineros llegan y las mujeres esperan, mientras él sigue limpiando las copas.

Los diálogos avanzan, retroceden, dejan ideas flotando en la brisa del mar. Una obra que se construye con hilos vagos que se entretejen, discurren con una sencilla elocuencia poética.

Finalmente, se atraerán, se cobijarán, dormirán… y al despertar, no hay más remedio que salir de ese encierro imposible. El paisaje ha sido siempre el mismo: la playa, el mar, el infinito. Al final, tendrán que partir. Pero como en las obras de Sartre, siempre quedará la duda:
¿Se puede salir de la propia mente?

Es una bella obra en la que todo está en su lugar: los diálogos, las voces, la preciosa escenografía, y un vestuario mínimo, sencillo.

Sobre las actuaciones, debo decir que son limpias. Ángeles se mueve en una línea media, con momentos de exaltación; él, en tonos bajos, provoca tiernas y agitadas emociones. Dirección impecable de Víctor Carpinteiro, como es habitual en él.

Las emociones olvidadas, pero reencontradas, son la materia de esta narración. Al final, se preguntan ellos —y nosotros también—:
¿Hay manera de encontrar nuestro destino, ahora que todo parece acabarse?
Lo importante es solo su mirada.

Una obra muy bella, que se puede ver en el Círculo Teatral, ubicado en Veracruz 107, Condesa, los domingos a las 18 horas.

Comparte este post:

spot_imgspot_imgspot_imgspot_img

Popular

Más como esto
Descubre

«A Cutberto López, hoy en su cumpleaños»

(Dramaturgo de sol recio noble, así como su Sonora) Este...

El Encuentro SERSUR Latinoamérica, en desafío a los mapas hegemónicos

Una revisión convocada por Danza UNAM, del 7 al...

Cutberto López Reyes (1964-2025)

El reconocido dramaturgo, actor y director sonorense Cutberto López Reyes,...

Un cuento de Quiróga en plena selva yucateca

Juan Balam, la historia del niño tigre, a cargo...