El actor de origen argentino Héctor Alterio, quien actúo para Arturo Ripstein en la película Un dulce olor a muerte, en 1999, falleció el sábado por la mañana, a los 96 años de edad, informó su familia a través de un comunicado difundido por la productora de teatro Pentación Espectáculos.
Alterio es considerado una de las figuras más reconocidas de la actuación argentina, con una larga carrera que abarcó teatro, cine y televisión. Participó en más de 150 películas.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez lamentó el deceso del gran actor: “Lamento profundamente el fallecimiento de Héctor Alterio, actor inmenso y querido, que dejó una huella imborrable en el cine, el teatro y la televisión. Su talento y su humanidad seguirán vivos en cada uno de sus trabajos. Todo mi cariño a su familia y amigos”, recogen medios argentinos y europeos.
«Con profundo dolor queremos comunicaros que hoy, 13 de diciembre por la mañana, nos ha dejado Héctor Alterio», reza el inicio del texto familiar, que después señala que el actor hispanoargentino conocido por su trabajo en películas como Cría cuervos,»se fue en paz después de una vida dedicada a su familia y al arte».
A lo largo de su extensa trayectoria, Héctor Alterio dio vida a personajes que quedaron grabados en la memoria colectiva. Desde Martín Santomé en La tregua hasta Nino Belvedere en El hijo de la novia, y Roberto Ibáñez en La historia oficial, supo mostrar a lo largo de su carrera una amplitud de registros que lo convirtió en una figura central de la actuación, destaca el diario La Nación.
También dio que hablar con su papel en Caballos salvajes, con aquella inolvidable frase “¡La pu…, que vale la pena estar vivo!”. Con más de un centenar de películas filmadas entre Argentina y España, y una labor igualmente destacada en el teatro, la televisión y las series, Alterio construyó una de las carreras más sólidas, versátiles y trascendentes de la historia cultural argentina.
Alterio seguía «activo profesionalmente hasta el día de hoy» con la puesta en escena Una pequeña historia. El actor recibió el Goya de Honor en 2004, otorgado por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España y recogido de la mano de sus hijos Malena y Ernesto, también destacados actores.
Héctor Alterio, nació el 21 de septiembre de 1929 en la ciudad de Buenos Aires. Debutó en 1948 como actor en su Argentina natal con Prohibido suicidarse en primavera‘, del dramaturgo asturiano Alejandro Casona. Estudió Arte Dramático y fundó Nuevo Teatro, su propia compañía teatral, que funcioó desde 1950 hasta 1968.
En 1966 debutó en cine con Todo sol es amargo, película argentina dirigida por Alfredo Mathé. A partir de entonces apareció en películas Argentino hasta la muerte de Fernando Ayala hasta El santo de la espada o La maffia, de Leopoldo Torre Nilsson. En la década de los años 70 del siglo pasado, se trasladó a España.
Su actuación en A un dios desconocido, de Jaime Chávarri, que le valió la Concha de Plata a mejor actor en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Luego vendría la nominación al Óscar a mejor película de habla no inglesa por El nido, cinta de Jaime de Armiñán que protagonizó en 1980. En 2001, se le otorgó la medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos por su papel en El hijo de la novia, así como en 2008 recibiría el premio honorífico de los Cóndor de Plata en Argentina, por su destacad trayectoria.
