
*El fastuoso musical tendrá una “función relajada” este 30 de noviembre

La función del 30 de noviembre de El Rey León, uno de los musicales más famosos del mundo que se presenta en el Teatro Telcel en CDMX desde hace ocho meses y continúa escenificándose de miércoles a domingo, estará adaptada de forma especial para que personas autistas y otras neurodivergencias, que prefieren un espectáculo con menos estímulos puedan disfrutarla cómodamente junto con sus familiares y amigos.
En esta función relajada , habrá efectos visuales y sonoros más suaves, un poco de luz en la sala, libertad para moverse, puertas abiertas todo el tiempo y hasta un espacio tranquilo para quienes necesiten un descanso sensorial.
Los asistentes podrán entrar con sus propios dispositivos de regulación sensorial, y si alguien lo requiere, habrá kits sensoriales disponibles en préstamo mostrando una identificación el día del evento. Contará con el apoyo de voluntarios de la ONG Iluminemos por el Autismo, que acompañarán a quienes lo necesiten.
Igualmente, habrá recursos de anticipación para que las familias puedan prepararse y así hacer la experiencia más predecible y con menos ansiedad. En el siguiente link puedes revisar la Guía Visual para la función relajada: https://ocesa-king-lion.s3.us-east-1.amazonaws.com/GuiaVisual-ReyLeon-2025.pdf
Las hienas

El Rey León es una de las producciones escénicas más impresionantes de las últimas décadas. Un musical legendario que, casi 30 años después de su estreno, continúa presentándose de manera simultánea en varios países y en múltiples idiomas. La versión mexicana, una de las ocho producciones activas junto con Tokio y Londres, reúne a 51 intérpretes en escena para dar vida a una obra deslumbrante.
Entre estos personajes hay tres figuras clave del lado oscuro de la historia: las fascinantes hienas que acompañan al resentido Scar: Melissa Cabrera (Shenzi), Anton Diego Matus (Banzai) y Manuel Bermúdez (Ed). Hablamos con ella y ellos, quienes llevan más de 230 funciones este año, antes de entrar a uno de sus dobles ensayos.
Al comienzo de la charla, se les comenta a Diego y a Manu, que las hienas son la parte “sucia” del increíble espectáculo y presumen que “siempre estamos muy limpios, eso sí”.
¿Por qué dobles ensayos?

Diego y Manu: Porque trabajar en una obra de estas dimensiones nos convierte en deportistas de alto rendimiento. Es un trabajo muy demandante y necesitamos resistencia. Nuestros trajes son pesados y la postura de hiena, con la cabeza entre el tronco y las piernas, hacia el frente —desplante permanente, cuellos y brazos hacia abajo, isométricos casi todo el tiempo— nos exige entrenar y levantar pesas constantemente.
Explican que todos los intérpretes en escena que adaptan su cuerpo a un traje de alguno de los animales que aparecen en El Rey León, (más de 350 trajes condimentos incorporados y más de 25 especies animales en escena), hacemos un enorme esfuerzo físico, además de que cantamos, tenemos que hablar muy fuerte y movernos con mucha soltura.
“La corporalidad es el mayor reto”, expone Melissa, estamos casi en la línea del grito todo el tiempo, a full, con mucha energía. Siete funciones en cinco días te dejan agotada, confiesa. Ella tiene 33 años; ellos, 37 y 32. Pero en escena proyectan una intensidad juvenil inagotable.
De dónde vienen y cómo ingresaron a El Rey León

Manuel Bermúdez (Ed): Mi proceso fue larguísimo: siete meses de audiciones. Enviamos video, pasamos filtros del equipo creativo mexicano y de Disney. Yo tuve nueve pruebas. No solo se trata de cantar bonito; debes parecerte físicamente al personaje, lograr la corporalidad, y cumplir lo que pide la dirección. Fue retador, pero finalmente se dio. Antes estaba trabajando en otros musicales”.
Diego Matus (Banzai): Mi proceso muy similar al de Manu. Yo daba clases de música y canto en un kínder. Este es mi primer musical de gran formato.
Melissa Cabrera (Shenzi): Yo estaba en Sweeney Todd México. La primera audición para El Rey León fue casi accidental: Isaac Saúl vio la obra, le gustó y nos dio callback. Ese fue el primero de siete filtros… incluso antes de que pudiera pensar qué video mandar, ya me habían llamado”.
¿Cómo describirían a su personaje?
Melissa Cabrera (Shenzi): Shenzi significa salvaje. Es líder del trío y del clan. Es la más lista, la que mejor se expresa, la que tiene comunicación directa con Scar. La estratega y la mandona.
Manuel Bermúdez — Ed: Ed es diversión pura. Rompe la tensión en medio del plan de traición. No habla, solo se ríe. Es una especie de mediador que sobrevive gracias a Banzai y Shenzi .
Diego Matus — Banzai: El director nos dijo que Julie Taymor (la primera mujer en ganar un Tony a la mejor dirección de un musical) no quería hienas graciosas, sino rudas. Shenzi es el cerebro y Banzai, el músculo. Ellos creen que son muy fuertes e inteligentes… pero no lo son. Cuando aparece Mufasa se ve la diferencia. Eso los vuelve graciosos sin querer. Somos la parte punk, la parte roquera de la obra.
Sobre su relación con el público, su reacción y lo siniestro de las hienas…
Melissa: Somos siniestros y tenemos que hacer reír. Los niños primero nos rechazan un poco; después se ríen, gritan, se echan para atrás para que no los mordamos. Hemos visto de todo: sustos, risas y hasta lágrimas, comenta.
¿Qué enseñanza nos pueden dejar las hienas?
Melissa: Shenzi me ha enseñado fortaleza, perseverancia y perspicacia. Defiende a los suyos con Scar. Nos complementamos como trío, y hay un balance. Los personajes también nos encuentran…
Diego: Son persistentes, hacen lo que sea por sobrevivir. Todos podemos identificarnos con eso.
Mel: Son unidas, se llaman «carnales». Hacen equipo.
Los fabulosos trajes
Mel: Mi traje tiene ventilador para ponérselo. Por dentro lleva esponjas que le dan forma canina. Pesará entre 7 y 10 kilos. El de Ed es más pesado”.
Diego: Puedes no estar haciendo nada… y sudas”.
Mel: Mi puppet es el que más pesa: 10 kilos solo la cabeza. En general todos hacemos un gran esfuerzo físico: hasta las plantas pesan.
La emoción que provoca el musical y acaso un mensaje ecológico…
Mel: Lo que más impresiona al público es ver a los animales tan cerca: los puppets de tamaño real, el elefante que cargamos entre varios… Eso genera una conexión con la naturaleza. Hemos escuchado de todo: “¡ay cabrón!” O “¡guuaaauu!” Entre otras expresiones. La sorpresa es hermosa. La obra le toca el alma a cualquiera.
El 30 de noviembre será la función relajada de El Rey León, diseñada especialmente para personas con autismo y otras neurodivergencias.




